Una idea para mi carpeta me cambió el nombre para siempre, desde ese día pasé a ser Santi Pato en todos lados menos en mi DNI.

Me considero un anti publicitario. Todas las etiquetas que te pone la publicidad me dan paja.

Si me tengo que definir digo que soy el mejor pensando ideas, no tan bueno escribiéndolas y me esfuerzo porque todo quede de lindo para arriba. El mundo se divide entre lo lindo y lo feo, y ya sabés de qué lado de la vereda me podés cruzar.

En publicidad trabajé en CeroNegativo, DDB, Ponce Buenos Aires, Young & Rubicam. Tuve un año de empleado público en el Ministerio de Transporte de la Nación, que fue el trabajo más divertido que hice. Empecé a producir stories como hobbie, lo cual hizo que me recomendaran para la agencia en la que estoy ahora, Mutato Buenos Aires.